miércoles, 28 de mayo de 2008

Para empezar con una sonrisa...

Voy a partir de un recortado diagnóstico de nuestra realidad docente...
¿Qué sabe el alumno? ¿Cómo lo sabe? Más importante aún... ¿cómo lo estamos enseñando?

Sin duda arrancará sonrisas. Pero luego de la primera, y tras la secuencia, inevitablemente viene un instante de reflexión.

Así empiezo mi blog, aventurando una hipótesis: Una de las posibles contribuciones para mejorar y contextualizar la educación en la actualidad es repensar las prácticas y nuestra identidad como docentes y por ende, repensar aquellas representaciones que tenemos de nuestros alumnos.